Vivimos en una situación de pandemia adiposa. El hígado graso, la obesidad, la resistencia a la insulina, la inflamación de bajo grado y el sedentarismo están interrelacionados y se potencian entre ellos.

Cuando el cuerpo es incapaz de sostener tanta actividad inflamatoria se progresa hacia la diabetes mellitus tipo 2 y la hipertensión arterial, ambos, factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular, primera causa de muerte en los países desarrollados. Además, la diabetes es, por si misma, la primera causa de ceguera en el mundo desarrollado.

Es necesario desterrar las típicas dietas de cajón y empezaf a seguir una dieta evolutiva y coherente con nuestras necesidades a la vez que respetamos las horas de ingesta y de ayuno.

Unos de los suplementos más útiles son la vitamina D, magnesio, zinc, omega-3 y berberina. En función de la persona y sus circunstancias elegiremos un abordaje u otro, ninguno será igual, todos personalizados y coherentes con lo que necesitamos como seres humanos.

¿Te ha resonado este mensaje? Si es así, hablamos sin compromiso